El
Temazcal es un baño prehispánico que se generalizó
entre las culturas de
meso América
y cuyos vestigios más antiguos se hallan en las
zonas
arqueológicas de Palenque en México y Piedras Negras
en Guatemala,
aunque sus orígenes podrían ser más remotos: hoy en
día se conocen y utilizan estructuras provisionales
hechas con varas y hojas, o pieles o mantas,
conocidas como
Toritos,
que bien pudieron ser la fuente de ésta práctica.
Su uso
a través de la historia ha sido tanto terapéutico
como ritual y ceremonial y su práctica sobrevive en
la actualidad gracias a la tradición oral de las
distintas comunidades indígenas de México.
Su nombre de raíz
nahua
significa casa de vapor (Temaz-vapor,
calli-casa)
¿ Para
qué sirve ?
Basta entrar a un
temazcal para reconocerle
cualidades de orden espiritual. La relajación que la
experiencia genera incita a la introspección, la
reflexión, la atención plena y hasta una dilatada
percepción del transcurrir del tiempo. Se trata,
quizás, de una forma de experiencia de la
temporalidad divina que, como a punta Mircea Eliade,
"Se presenta bajo el aspecto paradójico de un tiempo
circular, reversible y recuperable como una especie
de eterno presente mítico que se reintegra
periódicamente mediante el artificio de los ritos."